—Doctora Morales, e-en cuanto a los productos de cuidado de la piel que mencionó la última vez… —tartamudeó.
Se sentía conflictuada e incómoda. Después de todo, había declinado la oferta, solo para regresar unos días después, preguntándole por ellos. De hecho, no había cambiado de parecer con rapidez; solo lo había hecho por el cansancio de cuidar niños. En solo unos días, había envejecido mucho y no quería que eso sucediera porque todavía tenía cincuenta años.
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