Ariadna y Valentín intercambiaron miradas antes de sacar las armas de los bolsillos con rapidez. Desde lo que había sucedido la última vez, ambos portaban armas a donde iban para prevenir que volviera a ocurrir el mismo incidente.
Sin embargo, antes de que pudieran suspirar con alivio después de evadir una gran camioneta que aceleraba en su dirección, apareció otro vehículo desde atrás y comenzó a perseguirlos. Por la forma en la que Lorena pisaba el acelerador, era evidente que alguien trataba de matarlos.
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