El hombre la abrazó con más fuerza cuando vio su intento por escapar. Los cuerpos estaban muy juntos y Ariadna podía percibir con claridad el latido de su corazón.
—Sol, te extrañé mucho, he extrañado mucho esto. —Después de sus palabras cariñosas, enseguida la besó sin darle tiempo a reaccionar.
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