—Por eso lo digo —comentó Ariadna mientras ponía un tazón de sopa frente a Tiziano— Aliméntate y vuelve a la clase de Donato. Aunque no sea tan espectacular, pudo llegar al inicio del proceso de admisión, eso lo hace capaz de guiar a sus estudiantes.
Tiziano se sentó en silencio algo decaído, pero, por la insistencia de Ariadna, no le quedó otra opción más que volver a recibir el tutelaje de Donato.
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