—No, señor Burgos...
Donato entró en pánico; era muy consciente de que no podía abandonar la Universidad de Distrito Jade ya que eso arruinaría su carrera docente. Aunque aún podría presentarse a otras universidades como estudiante graduado de la Universidad Maxter, él mismo había seleccionado a los estudiantes de la clase preparatoria y eran los mejores de todo el país; eran los que tenían más posibilidades de entrar en la Universidad Maxter. Sin importar a donde fuera, y sin tener en cuenta las limitaciones de tiempo, la calidad de los estudiantes no tendría comparación. En aquel momento, Donato empezó a lamentar no haber puesto una mayor restricción al aceptar a Arón. Se apresuró a tomar a Marcos de la mano y terminó con su propia altanería de antes.
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