—No tiene nada que perder si me deja examinarla. Además, ya tengo las hierbas preparadas, no deje que mis esfuerzos sean en vano —dijo Ariadna asintiendo con la cabeza.
A pesar de que ella ya había perdido toda esperanza, accedió luego de escucharla ya que pensó que sería de mala educación dejar que el viaje de Ariadna se desperdiciara. Además, sintió que mientras más pronto se diera por vencida y siguiera adelante, sería mejor. Durante toda su vida, Josefa siempre había sido considerada con los demás, incluso en un momento como ese, ella aceptó que la examinaran solo porque le preocupara que Ariadna desperdiciara su tiempo.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread