Mientras, en la residencia Sandoval, Ariadna no sabía lo que les había ocurrido a Celeste y a Octavio, pero sabía que Valentín no los dejaría escapar con tanta facilidad. Por alguna razón, comenzó a sentirse mejor; sin embargo, cuando estaba de vuelta en la mansión, vio a Cintia mirándola triunfante mientras se burlaba.
—Me preguntaba a qué se refería ese charlatán cuando dijo que eras estabas bendecida. Resulta que Valentín te ha estado ayudando.
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