Los médicos de la sala de emergencias parecían tener muchas preguntas que hacerle. Algunas de las que tenían en sus mentes eran en qué universidad se había graduado, cuántos años llevaba trabajando como médica, quién era su mentor, etcétera.
En ese momento, Ariadna cerró los ojos mientras controlaba el pulso con una mirada seria. Todos, inconscientemente, contuvieron la respiración mientras la observaban.
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