Violeta se sentía tan horrible como Celeste. Estaba enfadada y el odio ardía con fiereza en su interior. Incluso casi parte por la mitad el bolígrafo que sostenía en su mano.
«Ni siquiera yo pude resolver las dos preguntas adicionales, ¿pero Ariadna pudo hacerlo? ¿Y obtuvo puntuación perfecta? Pero… ¿quién es Ariadna?». Por primera vez en su vida, Violeta se sintió superada. No podía aceptar ni creer que en verdad Ariadna fuera más inteligente que ella.
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