«Si no hay duque, entonces ¿quién es ese? ¿Puede que sea de otro país? Si mi suposición es correcta, la reina madre estaría cometiendo traición. Para salvarse, puso a Turlén en peligro al darle armas a un duque foráneo. ¿Y si él usa las armas contra Turlén? ¿Qué deberíamos hacer entonces? ¿Cómo puede ser tan egoísta?». Ariadna estaba enfurecida.
—Realmente merece morir.
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