—Natalia y su majestad están comprometidos desde hace tiempo, así que pensé en dejarlos ir de viaje para que pasaran más tiempo juntos, pero Natalia me dijo que no podía encontrarlo y por eso supuse esto —explicó Mateo con honestidad porque sabía que la mujer desconfiaba de él por cómo lo miraba.
Al oír eso, Nancy decidió no dudar, pero, sin embargo, no era más que un asunto menor que ni siquiera merecía la pena mencionar. Mientras lo miraba a Mateo, recordó cómo se había negado a volver a estar cerca de ella. Se sintió mal porque ver lo bien que trataba a Melina la hacía sentir celos. «Se suponía que a mí me quería, ¡no a otra mujer!».
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