—¿Q-qué sucede? —Laureano quedó estupefacto con la voz nerviosa de Ariadna. «¿Puede ser que…?». Se le cruzó un pensamiento y enseguida se arrepintió—. Princesa, será un poco difícil buscarlos ahora —dijo en voz baja—. Han pasado algunas horas desde que cruzaron por el puesto de control, así que deben estar lejos a estas alturas.
Ariadna suspiró profundo. «¿Qué debería hacer para rescatar al niño?».
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