Pronto, el convoy de vehículos llegó al Hotel del Estado. Ahí se había reunido una gran multitud y todos tenían antecedentes admirables. Después de todo, solo las personas influyentes de todos los círculos tenían derecho a asistir a este banquete de bienvenida. Las Cinco Familias Recluidas habían enviado representantes para felicitar a Columbo.
A excepción de la familia Noreña, las cuatro familias restantes enviaron a un mayordomo que traía lujosos regalos para mostrar su sinceridad sin llamar demasiado la atención. Debido a su estimada reputación, sería un poco exagerado y traería a Columbo problemas innecesarios si todos los líderes de las familias aparecieran para celebrar su regreso.
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