Durante los dos días siguientes, Nataniel siguió yendo al Palacio Real para visitar a su mentor enfermo. Sin embargo, todavía no podía verlo, pues no había mejorado. Siempre era la Señora Camila quien lo recibía cuando lo visitaba.
Como las noticias sobre el segundo ataque de Nataniel habían sido silenciadas, solo los funcionarios de mayor rango del Gabinete y un pequeño grupo de personas lo sabían. Durante los dos últimos días, Teo recurrió a sus habilidades de investigación y se esforzó al máximo por descubrir la verdad.
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