Al salir del campamento, los alrededores estaban oscuros. Era tanta la oscuridad que uno no podía ver ni su propia mano delante de sí. Hepburn también tuvo que ponerse unas gafas de visión nocturna para ver con claridad.
Sin embargo, Nataniel y Siro, estos humanos de alto nivel, tenían unos sentidos muy superiores a los de la gente corriente. No necesitaban gafas de visión nocturna y podían moverse en la oscuridad.
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