Cuando el vuelo de Nataniel llegó a Ciudad Fortaleza, ya eran las ocho de la tarde. Antes de volver a casa, recibió un mensaje de Carmen en su móvil. El mensaje decía. «Club Violeta, habitación 318, ¡ven a salvarme!».
Nataniel frunció el ceño ante el mensaje, ya que había prometido a su familia que estaría en casa hoy. Al mismo tiempo, se preguntó en qué clase de peligro se había metido Carmen hasta el punto de necesitar su ayuda.
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