Nataniel y su familia prepararon las maletas y se trasladaron a la casa de los Sosa para quedarse ahí dos días. Tras el fin de semana, Reyna y el resto de los niños se divertían en el patio.
Nataniel estaba sentado en una silla de caña bajo un estante de uvas en el patio, con un libro en la mano y un poco de té que Penélope le había preparado en la mesa. Las comisuras de sus labios se curvaron en una sonrisa mientras observaba a los niños jugar.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread