Anselmo no habló más en este pequeño asunto. Le dijo a Nataniel que su periodo de servicio iba a terminar pronto y continuó:
—Bosco está deseando ocupar el lugar del Presidente. No tengo nada en contra de su pasión, pero me he dado cuenta de que alberga malas intenciones. Lo que más me enfurece es que nunca duda en utilizar trucos turbios y también ha mantenido relaciones ambiguas con algunos de nuestros enemigos de otros países. Además, siempre ha estado disgustado conmigo y considera a mis subordinados a los que apoyé personalmente como sus enemigos. Tú también eres uno de ellos. Así que, sin importar las circunstancias, no aceptaré que asuma la presidencia.
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