Marcelo no esperaba que Nataniel aceptara su desafío, así que no pudo evitar sentirse emocionado.
«Siempre deseé luchar contra él. Si puedo derrotarlo y demostrar que soy más fuerte, podré morir en paz. No me importa morir en sus manos si resulta ser más fuerte. Al fin y al cabo, es mejor morir en manos del Dios de la Guerra que ser abatido por César y los demás. ¡No tengo nada que perder!».
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread