Con una expresión de espanto en su rostro, Fiona volvió a la habitación 001. En ese momento, Ubaldo estaba ocupado en una charla con Aarón y algunos otros amigos, mientras sus guardaespaldas estaban de pie en la esquina de la sala privada. Al ver la expresión perturbada de Fiona, le preguntó:
—¿Qué ocurre, Señorita Xarrier? ¿No acaba de ir al baño de damas a retocarse el maquillaje?
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