―¡Ganó!
César, Hepburn y los demás vieron cómo Gregg y Max salían despedidos por Nataniel, y ambos daban su último suspiro. Estallaron en vítores irreprimibles. En cuanto a los vampiros de élite en la escena, sus expresiones eran terribles, como si el fin del mundo hubiera llegado. En ese momento, el aura ardiente de Nataniel desapareció gradualmente, lo que le hizo sentirse exhausto de inmediato. Su fuerza física estaba agotada.
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