Jenni sonrió con amargura.
—Entonces van a instigar el grupo de fans para esparcir más rumores y destruir nuestra reputación. Marisa tiene un club de admiradores muy fuerte. Si eso de verdad pasa, nuestra credibilidad sufrirá y va a afectar nuestro mercado para la vacuna. —Jenni titubeó antes de sugerir—: Bueno, sugiero que cumplamos con ellos. Dejemos que Marisa nos apruebe y le pagaremos doscientos millones. Una vez que sea la embajadora, sus admiradores dejarán de esparcir esos rumores y todo quedará resuelto.
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