Capítulo 2947 Crueldad y piedad

Nataniel desenvainó La inmaculada y la blandió hacia abajo, y el aire a su alrededor retumbó con ese mismo movimiento, la tormenta de energía de la espada provocada por la daga de Medusa se derritió como la nieve expuesta a la luz del sol, la hoja brilló un instante y, a continuación, un líquido carmesí voló por los aires. Un grito escapó de los labios de Medusa y un profundo corte apareció en su cuerpo, voló hacia atrás como una mariposa a la que cortaron las alas y cayó junto a Cainán con un ruido sordo, de pronto Medusa estaba a un palmo de la muerte y Cainán la miró con el ceño fruncido, ya que utilizaría a Medusa para ver lo poderoso que era Nataniel, pero ese plan fracasó. Nataniel era más fuerte de lo que había imaginado y antes de que ella pudiera hacerle nada, la había herido de gravedad.