Lobo Sanguinario y Lobo Celestial rieron de forma histérica cuando escucharon eso y sus risas cesaron de golpe mientras se dirigían hacia Nataniel con intenciones asesinas.
—¡Arrodíllate! —Nataniel resopló antes de patear la rodilla de Lobo Celestial con la velocidad de la luz: ¡Crac!, se escuchó el ruido de los huesos.
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