Gibrán y el resto salieron furiosos de la casa de la familia Sosa, pero una camioneta negra apareció y les impidió seguir avanzando. Entonces, un hombre de mediana edad con un traje negro bajó de ella.
Cuando Gibrán y el resto lo vieron, se asustaron. Ese hombre era Jacobino Lafuerza, el guardaespaldas personal de Tulio Valdespino. Este último era un General quien hacía poco se había retirado de las Fuerzas Navales del Este y solo tenía varios rangos menos que el primer ministro. Gibrán y el resto lo saludaron a toda prisa:
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