Después de que Nataniel le devolvió el saludo, extendió su mano derecha hacia Cristóbal. Cristóbal hizo una reverencia y uso ambas manos para devolver el apretón de manos como respuesta. Se disculpó:
—General, lo siento. ¡Olvidé decirles que llegaría y le causé un inconveniente mayor! ¡Por favor, siéntase libre de castigarme!
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