Nataniel retrocedió con rapidez, se inclinó un poco hacia atrás para evitar el hilo rojo que pasaba y consiguió esquivarlo. ¡Pum! La estantería que estaba al lado de Nataniel se llevó la peor parte y de no haberse movido con la suficiente rapidez, habría acabado como la estantería, cortado en dos partes.
Araña Roja no esperaba que Nataniel fuera lo bastante ágil como para esquivar su ataque. Por ello, fue más seria al luchar. La mujer agitó sus manos en el aire e hizo aparecer innumerables hilos rojos en la zona que se entrelazaron entre sí, cortando todo a su paso.
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