Muy poco tiempo después, Santos hizo que llevaran la pintura a la mansión de los Huitron. Anselmo y Camila no estaban ahí para recibir el regalo. El único que estaba por ahí era el padre de Anselmo, Galeno.
El ochentón, quien estaba tan fuerte como un roble, se encontraba regando las plantas en el jardín cuando los hombres de Santos llegaron. Entonces él aceptó el regalo en nombre de su hijo. Tras lo cual llevó la pintura adentro de la casa y comenzó a estudiar la obra. Galeno sabía poco de pinturas, por lo que llamó a su mayordomo Saúl Torres.
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