Todos estaban impactados de ver a Nataniel matar a Godofredo con solo un movimiento. Pero Nataniel no parecía comportarse diferente. Era como si solo hubiera hecho algo trivial, como patear a un perro rabioso que estaba a punto de morder a alguien. La mirada de Nataniel cayó sobre los otros siete hombres:
—El que me diga quién los envió será perdonado —declaró con calma.
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