Capítulo 987 Cómo se atreven a inculpar a mi mujer
Nataniel no pudo evitar sonreír mientras personas con diferentes profesiones médicas rodeaban a Penélope y Grecia. Tras avisar a César, se dirigió al exterior para fumar. A Nataniel no le gustaban mucho las conferencias académicas como la de la ceremonia y decidió buscar un lugar tranquilo para pasar el tiempo. Antes de que pudiera terminar su primer cigarrillo, recibió una llamada de César.
—¡Señor! ¡Sucedió algo malo! —informó César con ansiedad—. ¡Vino una tropa del ejército de Colmenar y están arrestando a la Señora Penélope y a la profesora Hugarte!
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