—¡Muy bien! —Espada de Niebla sonrió y lanzó su espada contra Nataniel con la velocidad del rayo.
Nataniel se inclinó un poco hacia atrás y esquivó el golpe con facilidad. Entonces, Espada de Niebla giró su muñeca y la espada se arqueó hacia el cuello de Nataniel. Él se limitó a deslizar el pie y evadir el mortal tajo una vez más, como un pez que nada en el agua con libertad. Espada de Niebla se sorprendió de la reacción de Nataniel, que evadió su espada no una sino dos veces.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread