Capítulo 975 No puedes manejar las consecuencias

En ese momento cayó la noche y toda la ciudad se iluminó. El parque estaba extraordinariamente animado, con gente paseando después de haber comido bien, jugando al ajedrez, haciendo ejercicio, yoga y practicando bailes callejeros. Algunos incluso hacían un trote nocturno. Cuando llegaron, Bartolomé fue a jugar una partida de ajedrez solo, mientras que Leila fue a hacer ejercicio. A Carmen siempre le gustaba divertirse, así que compró un par de patines para ella y otro par más pequeño para Reyna. Después, se fueron a patinar juntas a la pista. Mientras tanto, Penélope y Nataniel paseaban uno junto al otro por la orilla del río. Caminaban con la brisa fresca, con los sauces meciéndose con el viento y la luna colgando en lo alto del cielo nocturno.