Capítulo 597 Un montón de pajas

Linda hizo varias docenas de flexiones y se detuvo. Por un lado, estaba agotada, pero por otro, sentía que Nataniel solo se burlaba de ella, «puede que sea rico, pero seguro que no me pagará diez mil por cada flexión». Sin embargo, se sorprendió cuando se detuvo en su trigésima flexión y Nataniel transfirió de inmediato trescientos mil a su cuenta. Aunque al principio estaba cansada, enseguida se entusiasmó y se llenó de energía. Quiso correr hacia Nataniel y decirle que podía seguir haciendo flexiones. Además, también podía mantenerse erguida como un soldado e incluso entrenar con ellos si eso era todo lo que necesitaba para conseguir dinero fácil, pero por desgracia, los invitados acababan de llegar a la sala. Eran jefes de los principales distribuidores de medicamentos y esta noche, acudieron a este lugar a propósito porque el Señor Laborda los había invitado. Algunos de ellos se conocían y otros no.