Gustavo comentó con frialdad.
—Su esposo lastimó a muchos hombres, por supuesto que querrán algún tipo de compensación. Ahora les daré a ambos bandos la oportunidad de negociar. Si usted y su esposo no aceptan el trato, tendré que hacer lo que dicta la ley. Su esposo con toda seguridad terminará en la cárcel por esto.
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