—¡Jua!
Siguiendo la orden de Nataniel, su caballo redujo la velocidad y se detuvo. En ese momento, Betel y su caballo acababan de pasar la línea de meta. Sin embargo, después de cruzar la línea de meta, el caballo no se inclinó para reducir la velocidad, sino que pasó al galope. Nataniel frunció el ceño y sintió que algo iba mal. Como sospechaba, los gritos de Betel se escucharon unos segundos después.
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