Al anochecer, Vico y el resto llegaron a la cafetería de la base de las Fuerzas de Mantenimiento de la Paz junto con Amaya. Siguiendo las instrucciones de Vico, la cafetería había preparado una gran comida para que los guerreros cenaran con Amaya como forma de agradecimiento por su guía esta vez. Como estaban en el ejército y no tenían acceso al alcohol, todos bebieron sodas como bebida sustitutiva. Vico levantó su copa hacia Amaya y sonrió.
—Me gustaría dar las gracias a la Coronel Quintanilla y al General Díaz por su orientación en esta ronda. Es una pena que el General Díaz haya tenido que marcharse antes y se haya perdido la oportunidad de comer con nosotros. Me siento muy mal por no haber sido un buen anfitrión.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread