Sonia entrecerró los ojos con desdén al ver la expresión de pánico y la mirada nerviosa de Yésica.
—Es probable que te preguntes cómo es que sé eso, ¿no? —Yésica tragó saliva antes de abrir la boca sin poder decir una palabra. Sonia dejó escapar una burla—. Que ocultes algo, demuestra que eres culpable. Los demás terminarán descubriendo lo que hiciste y me informarán de ello. Incluso sé quién es la persona que te dio el fármaco. Es Tadeo, ¿no es así?
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