Capítulo 1191 El enemigo de mi enemigo es mi amigo
La mirada de Tobías estaba colmada de tanta crueldad que hizo que Claudio se diera cuenta de que no era una simple amenaza; lo decía en serio. Si le mentía y lo descubría, Tobías no dudaría en quebrarle el cuello de inmediato. Claudio pensaba que, si hubiera sido más joven, no le habría tenido tanto miedo a la muerte. No obstante, a medida que envejecía ganaba más experiencia y observaba a las personas que querían fallecer; su coraje disminuyó de a poco y se volvió más temeroso de la muerte. Mientras más envejecía, más miedo tenía a morir, en especial con su identidad.
Cuando falleciera, no le quedaría nada; ni su posición como jefe de la familia Salavera, ni su autoridad ni su dinero. En otras palabras, ya no podría disfrutar nada de eso porque todo quedaría en manos de sus familiares y no estaba dispuesto a ver que eso sucediera. Quería seguir siendo el jefe de la familia Salavera hasta que tuviera cien años y seguir controlando la vida de muchos. «Por lo tanto, no puedo morir pronto. ¡De ninguna manera!». Claudio bajó la vista para evitar la mirada asesina de Tobías, dado que esa era la única manera que podía sentirse menos aterrorizado.
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