Rita respiró profundo para contener el odio que sentía; fingió estar sorprendida al responder a Sonia:
—¿Qué quiere decir, señorita Reyes? ¿Confía en ella? ¿Cree que realmente la he atacado? —Sonia no podía creer lo que estaba sucediendo y Rita siguió negando con la cabeza—: Yo no lo hice, señorita Reyes; trabajo para usted y para el señor Collado; nunca atacaría a mi propia jefa, eso no tiene sentido. Confíen en mí, señorita Reyes y señor Collado, por favor, confíen en mí cuando digo que no he hecho algo así.
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