Una oleada de miedo inundó a Rosa después de decir eso; Tobías, en cambio, se mantuvo callado, con miles de emociones a flor de piel. Por ridículo que pudiera parecer, debería sentirse agradecido por el hecho de que Tania y su familia no se hubieran pasado de la raya con su plan. De lo contrario, habrían tenido que cambiar el nombre de su imperio por el de Triarca hacía mucho tiempo; Grupo Furtado probablemente habría dejado de existir.
Al ver que su nieto no tenía intención de contestarle, Rosa lo miró con descontento.
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