—Sí. Sus ojos son un calco de los suyos. —El gerente forzó una sonrisa mientras observaba que su brazo se enrojecía ante el agarre de Julia.
Las lágrimas brotaron de sus ojos de inmediato.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread