Jota: «Estoy abajo».
Después de ver el mensaje, Sonia caminó hacia el balcón y miró desde la baranda para encontrarse con la imagen de un conocido Maybach estacionado junto al edificio con un aspecto distinguido y llamativo. Tobías no estaba dentro del auto, sino que se encontraba apoyado en la puerta del lado del conductor mientras miraba su teléfono. Como si hubiera sentido algo, bajó su teléfono de repente y levantó la cabeza para encontrarse con la mirada de Sonia. Tobías se sorprendió tanto al verla que levantó una ceja antes de levantar la mano para saludarla. Sonia se desconcertó por un momento, ya que no esperó que él notara su presencia, pero, tras recuperarse de su perplejidad, levantó la mano y devolvió el saludo.
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