A Tobías le dolía tanto el pecho que le costaba respirar. «Tiene razón. No quería al niño cuando me enteré de su embarazo, y ahora que hice las paces con él, estoy a punto de perderlo; he fallado como padre. Si tan solo me hubiera dado cuenta antes de mi amor por Sonia y hubiera estado más atento al hecho de que me hipnotizaron, tal vez no nos hubiéramos divorciado; tal vez hubiera podido proteger a mi bebé, pero en este mundo no existen los “y si”».
Alguien llamó a la puerta en ese momento y ambos giraron para ver entrar a una enfermera que les sonrió a ambos.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread