«¡Qué mujer rápida! Hacía unos instantes parecía que la habían atrapado, y en un segundo se calmó; además, encontró la manera de explicar por qué no tenía el lunar rojo en menos de diez segundos. Su historia tenía sentido y disipó todas las dudas de Julia. ¿Podrán Sonia y Sergio controlar a una mujer tan astuta? Si decide traicionarlos, ¡podría resultar en una situación horrible!». Con eso en mente, Tobías sacó su teléfono y llamó a Teo mientras caminaba hacia el ascensor.
—Presidente Furtado —dijo Teo del otro lado de la línea.
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