Capítulo 934 Una droga humanoide

Carlos también guardó silencio. Por un momento, no pudo pensar en una buena solución ya que, después de todo, se enfrentaban al jefe de la familia Salavera, que era una figura con la que ni siquiera Compañía Lara podía meterse, y mucho menos Compañía Paradigma. De lo contrario, habría presionado a Claudio en nombre de la familia Lara y lo habría obligado a devolver los repuestos. Por supuesto, existía otra persona que podría hacer que Claudio entregara los repuestos: Tobías. Sin embargo, para Carlos, el hombre era tanto su rival en el amor como una molestia, así que no podía pedirle ayuda; no se dignaría a hacerlo porque no podía dejar de lado su orgullo. No obstante, tampoco podía decirle a Sonia que acudiera a él. La realidad era que Sonia y Tobías eran pareja, así que estaría perfectamente justificado que ella le pidiera ayuda, pero Carlos sabía que ella no quería depender de los hombres para lograr algo. De lo contrario, habría recurrido a Tobías tan pronto como había ocurrido el incidente y no lo habría pospuesto. Debido a eso, como su amigo, decidió que respetaría lo que pensaba; como ella no quiso pedir la ayuda de Tobías, él no mencionaría el asunto tampoco. Además, tenía un motivo egoísta para no acudir al hombre: aconsejarle a Sonia que le pidiera ayuda, sin dudas sería una forma de reconocer que no podía compararse con Tobías. No solo que no podía ser tan útil como él, sino que ni siquiera podía ayudarla. Sabía que era algo despreciable que pensara de ese modo, pero no podía evitarlo.