Como Tobías lo autorizó, Teo ya no tenía que reprimirse.
—La señorita García se hizo presente no mucho después de que acepté la propuesta de la señorita Reyes. Ella también estaba aquí para entregar la propuesta. En mitad de la reunión, me tuve que ir para buscarle un vaso de agua a la señorita García, así que dejé todas las propuestas en la sala, y no había nadie más que ella allí —dijo tras asentir.
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