Capítulo 829 Entrar a hurtadillas al baño

Cuando él era niño, recibió una educación estricta, por lo que tenía que seguir reglas en cada parte de su vida y comer no era una excepción. Tenía tres comidas con una cierta cantidad de alimentos al día a un horario programado; ni más ni menos. Como resultado, siempre dejaba de comer cuando estaba un ochenta por ciento satisfecho y jamás se llenaba, así que era algo nuevo para él sentirse hinchado luego de dejar el cuenco vacío. Cuando estuvo un ochenta por ciento satisfecho, su racionalidad le dijo que bajara los cubiertos y dejara de comer; sin embargo, cuando vio lo mucho que Sonia disfrutaba la comida y no tuvo ganas de detenerse, por lo que continuó y terminó la comida con ella. No podía negar que, cuando estaba acompañado de alguien que disfrutaba tanto comer, podía ignorar las reglas del pasado mientras gozaba de una buena velada.