Capítulo 232 Como una marioneta

—Sí. Antes eras una persona muy distinta a la de hoy. Eras mucho más amable y gentil, incluso, pero desde aquello que te ocurrió hace seis años… has cambiado por completo. Si no fuera por la marca de nacimiento que tienes, habría pensado que era otra persona la que ocupaba tu lugar —respondió ella tras asentir. Las pupilas de Tobías se contrajeron. «Por la descripción que hace la abuela, pareciera que tengo dos personalidades muy diferentes entre el antes y el después de lo que sucedió hace seis años; sin embargo, no sé cómo era. ¿Será normal?», se preguntó mientras se llevaba la palma de la mano a la frente y su cabeza empezaba a palpitar de nuevo. Una vez más, las extrañas imágenes aparecieron en su mente y pasaron por su cabeza como un carrusel, sin que pudiera encontrarle ningún sentido.