Después de que su cuerpo se pusiera tenso durante un segundo, procedió a levantarse lentamente y respondió con cobardía:
—Lo siento, presidente Furtado, f-fue una decisión impulsiva por mi parte. No podía soportar ver a mi padre sufrir tanto, por eso le dije eso a la señorita Reyes; todo fue bajo el impulso del momento. De verdad no quise decir nada con eso.
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