Capítulo 952 Absténgase de quedarse con Compañía Paradigma
A Ángel se lo vio pálido y sus ojos solo reflejaron desesperación; junto con su aspecto ligeramente envejecido, lo hacía parecer un tanto lamentable. Sin embargo, Sonia y Tobías sabían qué clase de persona era. La maldad de alguien no tenía nada que ver con su edad o apariencia. Por lo tanto, por muy lamentable que parecía ese hombre en ese momento, ella no lo dejaría libre; aun así, no le habría hecho nada en el ascensor. Después de darle una palmadita en el dorso de la mano a Tobías, señaló hacia el otro lado y a la vez le indicó que se apartara un poco para dejarla pasar. Como sabía que ella quería enfrentarse a Ángel, su amado se mostró reacio a hacerlo y temía que ese hombre le hiciera daño en un ataque de desesperación. Al final, sin embargo, se apartó a un lado y le abrió paso ante la insistencia de ella. No obstante, solo se movió un poco y la cubrió con una parte del cuerpo en una postura protectora. Tras ver eso, a Sonia le dio gracia.
De pie frente a ellos, a Ángel no le pareció divertido en absoluto; por el contrario, solo se sintió aún más desesperado. Tobías protegía tan bien a Sonia por miedo a que le hicieran daño, lo que demostraba lo profundo que era su amor por ella. Ángel no podía entender qué tenía de bueno esa joven. «Hay muchas mujeres más bonitas que ella, ¿no? Con el estatus de Tobías, podría tener el tipo de mujer que quisiera. Entre tantas, ¿por qué está tan obsesionado con ella?». Sin saber que Ángel seguía menospreciándola en su mente, Sonia dio un paso adelante. Dado que Tobías ya no le bloqueaba la vista al interponerse entre ellos, pudo mirar a Ángel directo a los ojos. Al ver lo receloso, inquieto y resentido que parecía el hombre mayor, ella prorrumpió en carcajadas de repente.
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